Título: Legado en los huesos
Autor: Dolores Redondo
Año de publicación: 2013
Editorial: DESTINO
Sinopsis (puede contener SPOILERS):
«Amaia dio un paso adelante para ver el cuadro. Jasón Medina aparecía sentado en el retrete con la cabeza echada hacia atrás. Un corte oscuro y profundo surcaba su cuello. La sangre había empapado la pechera de la camisa como un babero rojo que hubiera resbalado entre sus piernas, tiñendo todo a su paso. El cuerpo aún emanaba calor, y el olor de la muerte reciente viciaba el aire. »
El juicio contra el padrastro de la joven Johana Márquez está a punto de comenzar. A él asiste una embarazada Salazar, la inspectora de la Policía Foral que había resuelto los crímenes del llamado basajaun, que sembraron de terror el valle del Baztán. Amaia también había reunido las pruebas inculpatorias contra Jasón Medina, que imitando el modus operandi del basajaun había asesinado, violado y mutilado a Johana, la adolescente hija de su mujer. De pronto, el juez anuncia que el juicio debe cancelarse: el acusado acaba de suicidarse en los baños del juzgado. Ante la expectación y el enfado que la noticia provoca entre los asistentes, Amaia es reclamada por la policía: el acusado ha dejado una nota suicida dirigida a la inspectora, una nota que contiene un escueto e inquietante mensaje: «Tarttalo». Esa sola palabra que remite al personaje fabuloso del imaginario popular vasco destapará una trama terrorífica que envuelve a la inspectora hasta un trepidante final.
Reseña:
Quien dijera aquello de segundas partes nunca fueron buenas, sería porque aún no se había tropezado con “Legado en los huesos”, segunda entrega de la ya famosa trilogía del Baztán de la donostiarra Dolores Redondo. Parece bastante difícil mantener
el nivel y el interés de los lectores después de una notable primera parte. Sin embargo, la autora no sólo ha logrado mantener la intriga y la emoción presentes en "El guardián invisible", sino que las ha llevado a otro nivel mucho superior. Por otro lado es lógico que Redondo no tenga problemas de inspiración teniendo como escenario principal los paisajes del Valle del Baztán, que inducen a la creación de historias fantásticas.
Ya que una de las esencias de esta novela es la sorpresa, la incertidumbre de qué pasará a continuación; voy a intentar no desvelar demasiada información a los futuros lectores. Sin embargo, es inevitable que aparezcan algunos detalles (intentaré, eso sí, que sean mínimos) sobre esta novela y su predecesora.
Según Dolores Redondo su trilogía es como un iceberg. Si bien la primera parte ("El guardián invisible") constituía la punta de la lanza, rápida pero con poca información, con "Legado en los huesos" nos encontramos en el cuerpo del mismo y con algunas respuestas a las preguntas que quedaron sin resolver. Sin embargo, todavía queda mucho por descubrir, ya que como todos sabemos la mayor parte de los icebergs se esconde bajo el agua.
Parece ser que a Dolores Redondo le gusta la utilización de este tipo de figuras retóricas. Entre mis favoritas se encuentra la comparación entre una investigación criminal y un puzle, el cual posee múltiples piezas que tienes que ir ensamblando para poder ver una imagen clara. En algunas ocasiones lo tienes claro desde el principio, pero hay otras en las que por falta de alguna pieza hay algún detalle que se te escapa. A esta novela desde luego no le falta ninguna pieza y si queda algo por resolver seguro que encontraremos respuestas en la tercera y última entrega de la trilogía, "Ofrenda a la tormenta".
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Ya que una de las esencias de esta novela es la sorpresa, la incertidumbre de qué pasará a continuación; voy a intentar no desvelar demasiada información a los futuros lectores. Sin embargo, es inevitable que aparezcan algunos detalles (intentaré, eso sí, que sean mínimos) sobre esta novela y su predecesora.
Según Dolores Redondo su trilogía es como un iceberg. Si bien la primera parte ("El guardián invisible") constituía la punta de la lanza, rápida pero con poca información, con "Legado en los huesos" nos encontramos en el cuerpo del mismo y con algunas respuestas a las preguntas que quedaron sin resolver. Sin embargo, todavía queda mucho por descubrir, ya que como todos sabemos la mayor parte de los icebergs se esconde bajo el agua.
Parece ser que a Dolores Redondo le gusta la utilización de este tipo de figuras retóricas. Entre mis favoritas se encuentra la comparación entre una investigación criminal y un puzle, el cual posee múltiples piezas que tienes que ir ensamblando para poder ver una imagen clara. En algunas ocasiones lo tienes claro desde el principio, pero hay otras en las que por falta de alguna pieza hay algún detalle que se te escapa. A esta novela desde luego no le falta ninguna pieza y si queda algo por resolver seguro que encontraremos respuestas en la tercera y última entrega de la trilogía, "Ofrenda a la tormenta".
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“En un caso criminal, el investigador trata de montar un puzle del que desconoce el número de piezas y la imagen que será visible tras ensamblarlo. Y había puzles a los que les faltaban piezas, que quedarían como agujeros negros en la investigación, espacios de absoluta oscuridad en los que nunca se sabría qué hubo en realidad……Pero existe otra pieza, la pieza que los investigadores buscaban todo el tiempo: la pieza maestra que podía iluminar toda la escena, haciendo que todo encajase y se explicase perfectamente… Dar con esa pequeña pieza en el gran puzle le daba sentido a todo. Y de pronto lo que había sido oscuridad se iluminaba.”
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Aunque en la reseña de "El guardián invisible" comenté que no me había entusiasmado demasiado la constante aparición de la vida personal de Amaia, definitivamente ahora tengo que cambiar mi opinión al respecto. Y es que en esta parte pasa a ser uno de los pilares fundamentales y, además, se enlaza de forma perfecta con la investigación en curso. Todos los fantasmas que acechaban a la inspectora Salazar vuelven para atormentarla, pero ella siempre se encuentra alerta.
Otro de los puntos fuertes de esta trilogía es la introducción de la mitología vasco-navarra. En "Legado en los huesos" todo se vuelve más oscuro, incluso los seres que aparecen. Cambiamos así al protector del bosque, el basajaun, por una criatura terrorífica, sanguinaria y cruel, al que le gusta alardear de sus crímenes dejando su firma: TARTTALO.
"Se cuenta que Tarttalo era un hombre monstruoso, de enorme estatura y que no tenía más que un ojo. Habitaba en el sitio que llaman Tartaloetxeta, cerca del monte Sadar. Desde allí hacía correrías por los valles y los montes, robando corderos y hombres a los que devoraba una vez asados.”
Mientras tanto, la película basada en la primera novela de la trilogía empezará a rodarse a principios del próximo año en Elizondo. Todavía no se conocen demasiados detalles sobre la producción que entusiasmó a Peter Nadarman, encargado de la adaptación de la trilogía Millennium. Aunque ya se escuchan otros nombres, como el de Fernando González Molina ("Fuga de cerebros", "Tres metros sobre el cielo", "Palmeras en la nieve"), que se encontrará tras las cámaras. Esperemos que la cinta se mantenga todo lo fiel que pueda a la historia original.
Calificación: 3,5 / 5
“Desde que era muy pequeña, había sabido que había algo que no iba del todo bien en la cabeza de Rosario, del mismo modo que sabía que su madre lo controlaba lo suficiente como para mantener la distancia con aquella tierra de nadie que las separaba y que únicamente rebasaba durante la noche, cuando se inclinaba sobre su lecho, tan loca como para amenazarla con comérsela, tan malvada como para disfrutar de su pánico, tan cuerda como para hacerlo cuando nadie la veía.”
